La Navidad

"A Isabel se le cumplió el tiempo de dar a luz y alumbró a un niño. (...) Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño y pretendían llamarlo Zacarías por el nombre de su padre. Y como respuesta, su madre dijo: 'No; por el contrario, se llamará Juan'." (Lc 1,57-60, frag.)

 

"Y también subió José desde Galilea de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén,(...) Y sucedió que, mientras estaban allí(...) dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre(...) Y cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarlo se le puso el nombre de Jesús." (Lc 2,4-7.21, frag.)

La Virgen de las rocas (primera versión, c. 1483), obra del maestro del Renacimiento Leonardo da Vinci (Museo del Louvre, París). Nótese como el ángel (para algunos, el arcángel Uriel) sostiene a Jesús con su mano izquierda, pero señala a Juan el Bautista, con la derecha, mientras María abraza también al Bautista. Esta imagen no se corresponde con ningun pasaje neotestamentario, aunque Lucas (Lc 1) señaló que ambos personajes, Jesús y Juan el Bautista, eran primos por parte de madre. 

 

       Cuando en el s.IV se empezó a celebrar el nacimiento de Jesús, (antes solo se celebraba la Pascua, muerte y resurrección), el emperador romano Constantino I propuso, hacia el 321, la fecha del 25 de diciembre, para que coincidiera con una importante festividad romana conocida como Nacimiento del Sol invencible (Natalis Solis Invicti), aproximadamente en el solsticio de invierno, cuando el 'Sol Invicto' renace, marcando el inicio del predominio de las horas diurnas respecto a las nocturnas. (La divinidad de Mitra, relativamente importante en los ss.II-IV en el orbe romano, especialmente entre los legionarios, aunque nunca llegara a ser religión oficial, fue integrada en este culto al Dios Sol y a veces se confunden).

 

       En el año 350 el papa Julio I reconoció oficialmente el día 25 como la fiesta de la Natividad. Cuando el cristianismo se oficializó en el Imperio Romano (edicto de Tesalónica, 380), esta fiesta pagana se convertiría en una fiesta cristiana, lo que facilitó también la aceptación de esta nueva religión; aunque sin existir relación alguna con la fecha auténtica del nacimiento de Jesús, la cual, o bien ya los evangelistas desconocían o, si aceptamos a Lucas, podría haber sucedido en verano, («los pastores pasaban la noche al raso», Lc 2,8, y por tanto, no necesitaban resguardarse del frío nocturno de las otras estaciones).

 

 

'La Anunciación', obra también del maestro Leonardo da Vinci

(c.1475) (Galleria degli Uffizi, Florencia)

Nótense varios anacronismos, por ejemplo en las ropas de los personajes o en que María esté leyendo.

El (arc)ángel Gabriel anuncia a María que de su vientre nacerá el heredero del trono de David: Jesús (Lc 1,26-38).

 

       La fiesta del Sol Invicto llegaba al final de las Saturnales, unas alegres fiestas populares en honor a Saturno (deidad agrícola y padre de Jupiter), celebradas la semana anterior, y que tenían su origen en la celebración del fin de la siembra. Había lujosos banquetes, regalos y un enorme clima festivo. Después del día 25 empezaban las Sigilarias, unas festividades en las que se hacían regalos a los niños. Figurillas de barro o materiales preciosos se ofrecían también a Saturno. Todas estas fiestas están en el origen de las fiestas navideñas modernas.

 

Próximo post: la estrella de Belén y los magos de Oriente.

 

Feliz Navidad,

Jon C.


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