La sociedad judía en el s.I - Los Saduceos

"Entonces la cohorte, el capitán y los sirvientes de los judíos capturaron a Jesús y lo encadenaron y lo condujeron primero ante Anás; pues era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año; y era Caifás el que aconsejó a los judíos que convenía que un hombre muriera a favor del pueblo." (Jn 18,12-14)

 

'Jesús ante Anás', obra neoclásica del pintor cántabro José de Madrazo y Agudo (1803). Su estilo recuerda al pintor francés Louis David y sus monumentales obras a la Revolución Francesa; fruto de esa influencia podrían ser los vestidos coloreados y el torso desnudo con la mano en extremo alzada del guardia. (Museo del Prado, Madrid)

El problema de los saduceos es que las fuentes que han llegado sobre ellos son pocas (en esencia, la literatura rabínica – incluida la mishná –, Flavio Josefo y el NT) y, en mayor o menor medida, les son hostiles.

 

Dicho esto, en esencia los saduceos constituyen una porción importante de la aristocracia judía y, en su mayor parte, estaban asociados al sacerdocio, aunque también los había laicos. Como sacerdotes, se encargaban de la dirección del templo, ocupando así los principales cargos, además del de sumo sacerdote. Este grupo de sacerdotes jefes solía pertenecer a unas pocas familias que practicaban el nepotismo y se enriquecían con el dinero del templo. Para algunos, eran más un partido político que un grupo social. Curiosamente, las principales familias saduceas a partir del rey Herodes (la de los Boetos, la de Anas) no tenían un origen muy noble, sino más bien ordinario, pero habían sabido escalar posiciones.

 

Los saduceos tuvieron su auge especialmente durante el protectorado romano de Iudaea (s.I), beneficiándose del statu quo (la dominación romana), con quienes colaboraban a cambio de poder administrar los asuntos internos de su país. Los saduceos poseían riquezas considerables, propiedades –como lo prueban algunas de las mansiones descubiertas en la Ciudad Alta de Jerusalén–, y parece que tierras –aunque ello fuera más bien contrario al espíritu de la ley, que prohibía a los levitas (y por extensión a todos los sacerdotes) cultivar tierras–, aunque ellos argumentaban que la ley no prohibía poseer la tierra, sino solo trabajarla.

 

'Cristo ante Caifás', fresco del pintor del quattrocento Giotto di Bondone (1305). Nótese a Caifás, rasgándose las vestiduras. (Capilla de los Scrovegni, Padua).

 

A diferencia de Jesús, los saduceos no creían en los ángeles, los demonios, en la inmortalidad del alma ni, por tanto, en la resurrección de los muertos; pues para ellos la recompensa se encontraba en esta vida. De ahí el desprecio por los enfermos o desdichados, pues su enfermedad o pobreza era considerada la justa consecuencia por sus pecados, o los de sus antepasados que ellos habrían heredado. Tampoco creían en un mesías libertador ni en que Dios se inmiscuyera ahora en los asuntos de los hombres. Se dice siempre que los saduceos atribuían legitimidad solo al Pentateuco (la Torá), descartando a los otros Escritos y a los Profetas; sin embargo, es difícil que rechazaran a todos los profetas en bloque.   

 

En el NT, los saduceos ejercen el rol de rivales y enemigos de Jesús. Son ellos quienes le acusan ante el Sanedrín y ante el prefecto Poncio Pilato. Los sumos sacerdotes Anás y Caifás pertenecían a este grupo y su existencia ha sido documentada también por fuentes no cristianas. Como el sumo sacerdote retenía este título, aún después de cesar en el cargo, el NT identifica también a Anás con él, aunque fuera Caifás el oficial. Los saduceos eran también, el grupo dominante en el Sanedrín de Jerusalén, un órgano de 71 miembros formado por saduceos, ancianos (aristocracia laica) y escribas (muchos de estos, fariseos), dirigidos por un sumo sacerdote que en el s.I fue siempre saduceo. El juicio nocturno de Jesús por el Sanedrín no es considerado histórico, pero eso daría para otro post…

 

Un saludo

Jon C.


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