La sociedad judía en el s.I - Los Esenios, Qumrán y los Manuscritos del mar Muerto (2)


Rollo que podría contener un fragmento de la Biblia hebrea y, a la derecha, códice del Nuevo Testamento, escrito en latín y que forma parte de la Biblia cristiana. La Biblia hebrea es distinta a la Biblia cristiana. En esencia, porque la primera carece por completo de todos los libros del NT, así como de una serie de siete libros llamados deuterocanónicos, que son aceptados por católicos y ortodoxos (aunque no por los protestantes). El NT se escribió en griego y tomó como referencia la traducción de la biblia hebrea al griego iniciada hacia finales del s.IV a.e.c. y conocida como la Biblia de los LXX o Septuaginta. La expresión Antiguo Testamento designa aquellos libros de la Biblia hebrea que, unidos a los deuterocanónicos, són utilizados por los cristianos (católicos y ortodoxos), y es un término no aplicable a los judíos.

 

     Continuando con el post anterior, hoy abordaremos los dos puntos que nos quedaban para concluir el tema de los esenios:

 

3)    La relación entre los manuscritos del mar Muerto (en Qumrán) y el cristianismo primitivo:

 

    Los manuscritos de Qumrán ayudan a llenar el vacío que existe entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, conformando lo que se conoce como literatura intertestamentaria (junto a una serie de obras que son los apócrifos del AT y a los que más adelante desearía dedicar un post). Qumrán no aporta información directa alguna sobre Jesús de Nazaret ni sobre Juan el Bautista, sin embargo, ayuda a entender mejor algunos de los dichos o acciones atribuidas a Jesús en los evangelios, mostrándolas plausibles. Así, un lenguaje similar al qumránico en ciertos pasajes del evangelio, indica que una parte de la doctrina de Jesús que antes se creía modelada por la Iglesia posterior, sí pudo tener su origen en el judaísmo.

 

       Por otro lado, el reflejo que estos textos hacen de una sociedad judía plural, no solo ayuda a comprender mejor el mundo judío donde Jesús creció, sino que permite entender que un judaísmo que era tan diverso favorecería un cristianismo primitivo que también lo fuera. Porque el cristianismo surgió como una secta dentro del judaísmo, y heredó de su matriz hebrea esa pluralidad. Así pues, en la historia del cristianismo primitivo se habla hoy de cristianismos, aunque no prosperaran (fueron declarados heréticos), pero de los que hay noticias porque se han descubierto los evangelios que los representaban (llamados apócrifos del NT, descubiertos la mayoría en Nag Hammadi, Egipto), algunos de los cuales se enraízan en alguna forma de judaísmo y permiten así entender mejor su origen.

 

       4) ¿Fue Juan el Bautista un esenio?

 

      La figura de Juan bar Zacarías se encuadra en el centro de un fenómeno religioso más amplio de movimiento y prácticas bautistas, que parece que se desarrolló de forma bastante independiente y poco organizada, siendo más bien gente que voluntariamente se agrupaba en torno a un líder más o menos carismático, y compartían su vida asceta y sus principios. Aunque debe señalarse que Juan es el único entre los judíos de su época que practicaban ritos de purificación, que fue llamado 'el Bautista'. La hipótesis de que previamente a esa etapa, Juan hubiese convivido algún tiempo con los esenios – inclusive en el yacimiento de Quirbet Qumrán – es históricamente plausible, si bien no cuenta con el respaldo mayoritario de la crítica histórica.

       Pero veamos ahora las semejanzas y diferencias entre Juan y los esenios, dejando el juicio definitivo en las manos del lector:

 

'San Juan Bautista', obra renacentista del pintor italiano Tiziano Vecellio. Aparece aquí representado en actitud solemne y señalando posiblemente a Jesús, cuya figura no aparece, a no ser simbolizada por el cordero a su lado (el cordero de Dios). Es típico de las representaciones cristianas convertir el bastón de Juan en una cruz. (Versión hecha por el mismo autor de su obra de 1542 hoy expuesta en la Gallerie dell'Accademia, Venecia, que ha sido restaurada y se encuentra en el Museo del Prado, Madrid).

 

          Principales semejanzas entre Juan el Bautista y los esenios de Qumrán:

 

- Ambos rechazaban el estilo normal de vida (urbana o rural) y se aislaron, viviendo de forma pobre y ascética. El Maestro de justicia de Qumrán se separó de los sacerdotes de Jerusalén y del templo, probablemente como hizo Juan tiempo después. Ambos se alejaron de los rituales sacrificadores del Templo.

 

- Ambos veían en Isaías (“Una voz clama: ‘En el desierto abrid camino a Yahveh, trazad en la estepa una calzada recta a nuestro Dios’.”), la profecía que justificaba su labor preparatoria en el desierto.

 

- Sentían como inminente la definitiva intervención de Dios en la historia. Ambos son apocalípticos. Por eso los dos practicaban la purificación del cuerpo y del alma.

 

- Juan advierte que el ser judío no es seguridad de salvación, como probablemente los esenios creían que solo ellos (no todos los judíos), serían los merecedores de la feliz recompensa que les aguardaba.

 

- La purificación con agua que seguían los esenios o el bautismo en Juan no sirven sino van acompañados de un cambio de vida.

 

- Es posible que la ropa de los esenios – túnica blanca y paño de lino para cubrir las partes púdicas –coincidiera con la de los bautizados.

 

      Principales diferencias entre Juan el Bautista y los esenios de Qumrán:

 

- Juan predica un solo ritual purificador, en lugar de los constantes baños rituales diarios que hacían los esenios.

 

- Juan administraba él mismo el bautismo y en el río, mientras los esenios se bautizaban solos y en piscinas rituales (mikvaot: ver foto izquierda).

 

- Juan podría haberse mostrado más flexible en el cumplimiento de la ley mosaica al admitir el perdón para publicanos y prostitutas.  Los esenios, no.

 

Mikvé judía encontrada en el yacimiento de Magdala, a orillas del mar de Galilea o lago de Genesaret.  Pueden verse los habituales siete escalones, así como una especie de agujero en la parte diestra de la piscina que podía servir como desagüe, pues recordemos que el agua de las mikvaot, que entraba de forma natural, tenía luego que circular pues no podía quedar estancada. El nivel del agua hoy es más bajo que antaño. Esta mikvé se encuentra casi al lado de la sinagoga, lo que hace probable que fuera utilizada para purificarse antes de asistir al oficio. (Foto del autor, octubre 2013).

 

- Flavio Josefo y el NT no señalan que Juan el Bautista hubiera sido esenio.

 

- Juan criticó al gobierno civil y a Antipas, pero los esenios parece que no. De hecho Herodes los favoreció, al no obligarles a cumplir el juramento de fidelidad.

 

- Juan, aunque aislado, predicaba al pueblo que lo venía a ver; mientras los esenios de Qumrán vivían retirados, de cara a su centro.

 

 

En el post de la semana que viene cambiamos totalmente de temática y volvemos a Jesús: abordaremos las posesiones y los exorcismos.

 

Un saludo,

Jon C.


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