Versiones duplicadas en el Antiguo Testamento (II)

 

 

       Hoy terminamos con la serie sobre dobletes en el Antiguo Testamento iniciada en el anterior post. Continuamos pues:

 

6.     ¿Por qué el faraón persigue a Moisés con su ejército?

 

       El inicio del éxodo del pueblo de Israel liderado por Moisés se ve pronto amenazado por las tropas del faraón egipcio, el nombre del cual nunca es mencionado. Según el mismo libro del Éxodo, la razón de esta persecución es que el corazón del faraón se endureció. Sin embargo las razones para ello son distintas: según Ex 14,3, la decisión de perseguir a los israelitas parte del propio faraón, quien ordena preparar los carros para la lucha. Mientras que Ex 14,8 señala que fue Dios mismo quien endureció el corazón del monarca egipcio. Es evidente que ambas posibilidades son excluyentes. Lo mismo sucede durante las célebres plagas: al producirse cada una de estas el propio faraón endurece su corazón (Ex 8,11.15.28; 9,7.35), o bien es Dios quien lo endurece (Ex 9,12; 10,20; 11,10).

 

 

Colosal estatua del faraón Ramsés II en el templo de Luxor (antigua Tebas, Egipto), s.XIII a.e.c. Se ha pretendido que este fue el faraón del Éxodo, pero ni las cronologías ni la arqueología lo apoyan. El templo fue construido por Amenofis III (s.XIV a.e.c.).

 

7. ¿Altares a Yahvé Sí o No?

 

      Yahvé permite que le dediquen altares (en hebreo, bamot) en distintos lugares y se le rinda culto en ellos:

 

Hazme un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. En todo lugar donde haga yo memorable mi nombre, vendré a ti y te bendeciré. Y si me haces un altar de piedra, no lo edificarás de piedras labradas; porque al alzar tu cincel sobre ella queda profanada.” (Ex 20,24-25)

 

Altozano o lugar alto (highland; en hebreo, bamah) encontrado en las proximidades de la antigua ciudad de Silo (Shiloh), primera capital del Reino del Norte (Reino de Israel). Edad del Hierro (c.1150-722 a.e.c.).

 

       Sin embargo, el Duteronomio los prohíbe y obliga a un culto exclusivo en Jerusalén:

 

“Guárdate de ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar sagrado que veas; sólo en el lugar elegido por Yahveh en una de tus tribus podrás ofrecer tus holocaustos y sólo allí pondrás en práctica todo lo que yo te mando.” (Dt Ex 12,13-14)

 

       Esto puede entenderse más acertadamente si aceptamos que son escritos de distintos autores, donde el autor posterior corrigió la primera versión.

 

8. Distintas reglas para los esclavos

 

      La Torá dice que aquel esclavo que quiera mantenerse con su amo, al finalizar el tiempo de la esclavitud podrá quedarse, si lo desea, siendo un esclavo para siempre; hecho que quedaba sellado por un agujero en la oreja (Ex 21,6).

 

       Sin embargo, la Torá también dice que el esclavo “trabajará junto a ti hasta el año del jubileo” (Lev 25,39-40), además de prohibir las incisiones en la piel y los tatuajes (Lev 19,28). En esta segunda línea, se señala que al séptimo año los esclavos hebreos debían liberarse (Deut 15,12).

 

9. ¿Tres suegros distintos para Moisés?

 

'Pruebas de Moisés', (1481-1482), fresco del pintor del Rinascimiento Sandro Botticelli, (Capilla Sixtina, Vaticano).

 

 

 

 

 

 

 

En la obra se muestran distintos pasajes de la vida de Moisés.

 

       El suegro de Moisés recibe hasta tres nombres distintos, a menudo, según el libro que lo cita:

 

“Pero vinieron los pastores y las echaron. Entonces, levantándose Moisés, salió en su defensa y les abrevó el rebaño. Al volver ellas a donde su padre Reuel, éste les dijo: «Cómo es que venís hoy tan pronto?» Respondieron: «Un egipcio nos libró de las manos de los pastores, y además sacó agua para nosotras y abrevó el rebaño.» Preguntó entonces a sus hijas: «¿Y dónde está? ¿Cómo así habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma.» Aceptó Moisés morar con aquel hombre, que dio a Moisés su hija Séfora. (Ex 2,17-21)

 

“Moisés era pastor del rebaño de Jetró su suegro, sacerdote de Madián.”  (Ex 3,1)

 

“Dijo Moisés a Jobab, hijo de Reuel el madianita, suegro de Moisés:… “ (Num 10,29); “Los hijos de Jobab el quenita, suegro de Moisés,…” (Jue 1,16)

 

       La existencia de tres nombres distintos para una misma persona favorece pensar en distintas fuentes. Así mismo, no ayuda a la credibilidad de la existencia histórica de Moisés, tema debatido por los historiadores y en el cual no existe un consenso claro.

 

10. Yahvé se presenta a Moisés en dos ocasiones

 

       En el célebre episodio de la zarza ardiendo, Yahvé se presenta a Moisés por primera vez y le ordena liberar a su pueblo. Veamos un fragmento:

 

 “Dijo Yahveh: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos. Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto además la opresión con que los egipcios los oprimen. Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.»” (Ex 3,7-10)

 

Moisés y la zarza ardiente (546-548), fragmento del mosaico bizantino de la Basílica de San Vitale (Ravenna, Italia). Moisés se descalza al encontrarse en suelo sagrado siguiendo la orden del ángel de Yahvé (Ex 3,5).

 

 

       Pero si leemos con paciencia el encuentro de Moisés con Dios en Éxodo 6, tres capítulos después, ya de vuelta a Egipto, y después de su fracaso ante el primer encuentro con el faraón, veremos como Yahvé ordena a Moisés enfrentarse al faraón para liberar a su pueblo como si fuera la primera vez que hablaran de ello.

 

“Habló Dios a Moisés y le dijo: «Yo soy Yahveh. (…) Y ahora, al oír el gemido de los israelitas, reducidos a esclavitud por los egipcios, he recordado mi alianza. Por tanto, di a los hijos de Israel: Yo soy Yahveh; Yo os libertaré de los duros trabajos de los egipcios, os libraré de su esclavitud y os salvaré con brazo tenso y castigos grandes. Yo os haré mi pueblo, y seré vuestro Dios; y sabréis que yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os sacaré de la esclavitud de Egipto. Yo os introduciré en la tierra que he jurado dar a Abraham, a Isaac y a Jacob, y os la daré en herencia. Yo, Yahveh.» (Ex 6, 2…5-8)

 

       Esto no puede entenderse bien si no aceptamos que existen versiones distintas que uno o más redactores ensamblaron tiempo después.

 

11. El Decálogo duplicado

 

        El AT muestra dos veces el Decálogo (los diez mandamientos): la primera vez en el libro del Éxodo (Ex 20) y la segunda en el Deuteronomio (Dt 5). Ambas contienen lo mismo, sin embargo sería improbable que si el autor de ambos libros fuera el mismo (Moisés, como se supone por tradición) hubiera incluido dos veces el mismo texto. En este caso, ambas versiones son idénticas.

 

 

 

 

 

 

'Moisés rompiendo las Tablas de la Ley' (1659), óleo sobre lienzo obra de Rembrandt, maestro neerlandés del barroco (Gemäldegalerie, Berlín)

 

12. ¿Pero quién mató a Goliat?

 

       En 1 Sam 17 se nos dice que Goliat de Gat (ciudad filistea) fue muerto por David, esta es la versión tradicional y 'oficial':

 

 

“Mientras hablaba con ellos el hombre de las tropas de choque, llamado Goliat, el filisteo de Gat, subía de las filas de los filisteos, diciendo las mismas palabras, y le oyó David. (…) Metió su mano David en su zurrón, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda e hirió al filisteo en la frente; la piedra se clavó en su frente y cayó de bruces en tierra. Y venció David al filisteo con la honda y la piedra; hirió al filisteo y le mató sin tener espada en su mano. Corrió David, se detuvo sobre el filisteos y tomando la espada de éste de sacó de su vaina, le mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos que había muerto su campeón, huyeron.”  (1 Sam 17,23…49-51)

 

Lucha de David y Goliat y otras escenas de Santa Maria de Taüll (Iglésia románica de la vall de Boí, Catalunya, s.XII), obra de un artista probablemente anónimo.

 

       Sin embargo, en el segundo libro de Samuel encontramos una versión distinta:

 

 “Hubo otra guerra en Gob contra los filisteos, y Eljanán, hijo de Yaír de Belén, mató a Goliat de Gat; el asta de su lanza era como un enjullo de tejedor.” (2 Sam 21,19)

 

       Aquí es Eljanán, uno de los guerreros de David (uno de los llamados 'valientes de David') quien venció a Goliat. Que un guerrero experimentado venciera a otro con el uso de una honda, parece más creíble. Los honderos eran luchadores notables y podían llegar a ser bastante precisos incluso a distancias considerables. Un buen golpe podía matar a más de cien metros. ¿Cómo resuelve esta incongruencia la Biblia? Siglos después, el llamado Cronista (el autor/es del libro de Crónicas), que escribió siglos después, adaptó ambas versiones. Para ello añadió el nombre de otro individuo en el texto anterior:

 

“Hubo otra guerra contra los filisteos, y Eljanán, hijo de Yaír, mató a Lajmí, hermano de Goliat el de Gat, el asta de su lanza era como un enjullo de tejedor.”  (1 Cro 20,5)

 

Sin embargo, es razonable pensar –como señalan algunos historiadores–, que fuera Eljanán quien mató a Goliat y luego esa victoria se retroproyectara al rey David. Sabemos que es frecuente que se atribuyan hechos legendarios a personajes históricos relevantes, especialmente en su niñez o juventud. Recuérdese como Jesús –que Mateo, Lucas y Pablo (Rom 1,3) hacen descendiente de David, aunque Jesús parece negarlo (Mc 12,35-37 y par.)– protagoniza también un hecho deslumbrante a los 12 años, cuando visita el templo de Jerusalén (Lc 2,41-52).

 

Sin descartar que esta historia pueda preservar antiguos recuerdos, para el arqueólogo israelí I. Finkelstein[1], los autores de la época de Josías de Judá (s.VII a.e.c.) retroproyectaron su situación de enfrentamiento con Egipto (los faraones de la XXVI dinastía: Psamético I y su hijo Nekao II), a la del rey David contra el filisteo Goliat (s.X a.e.c.). El rey Josías era visto así como el nuevo rey David que iba recuperar ese imperio desde las ciudades de Dan (norte) a Beer-sheba (sur), pero que tenía enfrente a un Egipto que pretendía aprovechar el vacío dejado en la zona del Levante (Canaan) por el Imperio Asirio (en decadencia por las presiones escitas y los conflictos con sus vasallos de Babilonia y Elam). Goliat simbolizaría así la presencia extranjera en Canaan. Josías, como David en su día contra Goliat, iba a enfrentarse contra un guerrero mucho más poderoso, el faraón. Y como él, vencería; apoyado por Yahvé. Sin embargo, la realidad fue otra y Josías murió derrotado.



[1] Conversations in the Archaeology and History of Ancient Israel with Israel Finkelstein. Episode 8. The Philistines in the Bible (Jerusalem, 10-2-2021). Aprox. minutos 20-26’. También el erudito bíblico suizo Thomas Römer así lo considera, en FINKELSTEIN, Israel y RÖMER, Thomas. Bible and Archaeology Discussions. Episode 1. Khirbet Qeiyafa.

 

       Finalizamos así esta serie de dos posts dedicados a los dobletes en el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento no está exento de ellos, y contiene también duplicados, que pueden ser contradictorios como las genealogías de Mateo y Lucas, los distintos relatos de la resurrección o, posiblemente,el juicio de Pedro y Juan ante el Sanedrín de Jerusalén (Hch 4 y 5). Grandes incongruencias pueden encontrarse en la vida de Pablo entre lo que refieren sus cartas y la versión narrada en los Hechos de los Apóstoles. Todo ello es debido a que son obras de distintos autores y a que cada autor presenta el relato como él (y/o su comunidad) lo entiende.

 

Saludos,

Jon C.

 


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