Blog: Antiguo Testamento


Versiones duplicadas en el Antiguo Testamento (II)

 

 

       Hoy terminamos con la serie sobre dobletes en el Antiguo Testamento iniciada en el anterior post. Continuamos pues:

 

6.     ¿Por qué el faraón persigue a Moisés con su ejército?

 

       El inicio del éxodo del pueblo de Israel liderado por Moisés se ve pronto amenazado por las tropas del faraón egipcio, el nombre del cual nunca es mencionado. Según el mismo libro del Éxodo, la razón de esta persecución es que el corazón del faraón se endureció. Sin embargo las razones para ello son distintas: según Ex 14,3, la decisión de perseguir a los israelitas parte del propio faraón, quien ordena preparar los carros para la lucha. Mientras que Ex 14,8 señala que fue Dios mismo quien endureció el corazón del monarca egipcio. Es evidente que ambas posibilidades son excluyentes. Lo mismo sucede durante las célebres plagas: al producirse cada una de estas el propio faraón endurece su corazón (Ex 8,11.15.28; 9,7.35), o bien es Dios quien lo endurece (Ex 9,12; 10,20; 11,10).

 

 

Colosal estatua del faraón Ramsés II en el templo de Luxor (antigua Tebas, Egipto), s.XIII a.e.c. Se ha pretendido que este fue el faraón del Éxodo, pero ni las cronologías ni la arqueología lo apoyan. El templo fue construido por Amenofis III (s.XIV a.e.c.).

 

7. ¿Altares a Yahvé Sí o No?

 

      Yahvé permite que le dediquen altares (en hebreo, bamot) en distintos lugares y se le rinda culto en ellos:

 

Hazme un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. En todo lugar donde haga yo memorable mi nombre, vendré a ti y te bendeciré. Y si me haces un altar de piedra, no lo edificarás de piedras labradas; porque al alzar tu cincel sobre ella queda profanada.” (Ex 20,24-25)

 

Altozano o lugar alto (highland; en hebreo, bamah) encontrado en las proximidades de la antigua ciudad de Silo (Shiloh), primera capital del Reino del Norte (Reino de Israel). Edad del Hierro (c.1150-722 a.e.c.).

 

       Sin embargo, el Duteronomio los prohíbe y obliga a un culto exclusivo en Jerusalén:

 

“Guárdate de ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar sagrado que veas; sólo en el lugar elegido por Yahveh en una de tus tribus podrás ofrecer tus holocaustos y sólo allí pondrás en práctica todo lo que yo te mando.” (Dt Ex 12,13-14)

 

       Esto puede entenderse más acertadamente si aceptamos que son escritos de distintos autores, donde el autor posterior corrigió la primera versión.

 

8. Distintas reglas para los esclavos

 

      La Torá dice que aquel esclavo que quiera mantenerse con su amo, al finalizar el tiempo de la esclavitud podrá quedarse, si lo desea, siendo un esclavo para siempre; hecho que quedaba sellado por un agujero en la oreja (Ex 21,6).

 

       Sin embargo, la Torá también dice que el esclavo “trabajará junto a ti hasta el año del jubileo” (Lev 25,39-40), además de prohibir las incisiones en la piel y los tatuajes (Lev 19,28). En esta segunda línea, se señala que al séptimo año los esclavos hebreos debían liberarse (Deut 15,12).

 

9. ¿Tres suegros distintos para Moisés?

 

'Pruebas de Moisés', (1481-1482), fresco del pintor del Rinascimiento Sandro Botticelli, (Capilla Sixtina, Vaticano).

 

 

 

 

 

 

 

En la obra se muestran distintos pasajes de la vida de Moisés.

 

       El suegro de Moisés recibe hasta tres nombres distintos, a menudo, según el libro que lo cita:

 

“Pero vinieron los pastores y las echaron. Entonces, levantándose Moisés, salió en su defensa y les abrevó el rebaño. Al volver ellas a donde su padre Reuel, éste les dijo: «Cómo es que venís hoy tan pronto?» Respondieron: «Un egipcio nos libró de las manos de los pastores, y además sacó agua para nosotras y abrevó el rebaño.» Preguntó entonces a sus hijas: «¿Y dónde está? ¿Cómo así habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma.» Aceptó Moisés morar con aquel hombre, que dio a Moisés su hija Séfora. (Ex 2,17-21)

 

“Moisés era pastor del rebaño de Jetró su suegro, sacerdote de Madián.”  (Ex 3,1)

 

“Dijo Moisés a Jobab, hijo de Reuel el madianita, suegro de Moisés:… “ (Num 10,29); “Los hijos de Jobab el quenita, suegro de Moisés,…” (Jue 1,16)

 

       La existencia de tres nombres distintos para una misma persona favorece pensar en distintas fuentes. Así mismo, no ayuda a la credibilidad de la existencia histórica de Moisés, tema debatido por los historiadores y en el cual no existe un consenso claro.

 

10. Yahvé se presenta a Moisés en dos ocasiones

 

       En el célebre episodio de la zarza ardiendo, Yahvé se presenta a Moisés por primera vez y le ordena liberar a su pueblo. Veamos un fragmento:

 

 “Dijo Yahveh: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos. Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto además la opresión con que los egipcios los oprimen. Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.»” (Ex 3,7-10)

 

Moisés y la zarza ardiente (546-548), fragmento del mosaico bizantino de la Basílica de San Vitale (Ravenna, Italia). Moisés se descalza al encontrarse en suelo sagrado siguiendo la orden del ángel de Yahvé (Ex 3,5).

 

 

       Pero si leemos con paciencia el encuentro de Moisés con Dios en Éxodo 6, tres capítulos después, ya de vuelta a Egipto, y después de su fracaso ante el primer encuentro con el faraón, veremos como Yahvé ordena a Moisés enfrentarse al faraón para liberar a su pueblo como si fuera la primera vez que hablaran de ello.

 

“Habló Dios a Moisés y le dijo: «Yo soy Yahveh. (…) Y ahora, al oír el gemido de los israelitas, reducidos a esclavitud por los egipcios, he recordado mi alianza. Por tanto, di a los hijos de Israel: Yo soy Yahveh; Yo os libertaré de los duros trabajos de los egipcios, os libraré de su esclavitud y os salvaré con brazo tenso y castigos grandes. Yo os haré mi pueblo, y seré vuestro Dios; y sabréis que yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os sacaré de la esclavitud de Egipto. Yo os introduciré en la tierra que he jurado dar a Abraham, a Isaac y a Jacob, y os la daré en herencia. Yo, Yahveh.» (Ex 6, 2…5-8)

 

       Esto no puede entenderse bien si no aceptamos que existen versiones distintas que uno o más redactores ensamblaron tiempo después.

 

11. El Decálogo duplicado

 

        El AT muestra dos veces el Decálogo (los diez mandamientos): la primera vez en el libro del Éxodo (Ex 20) y la segunda en el Deuteronomio (Dt 5). Ambas contienen lo mismo, sin embargo sería improbable que si el autor de ambos libros fuera el mismo (Moisés, como se supone por tradición) hubiera incluido dos veces el mismo texto. En este caso, ambas versiones son idénticas.

 

 

 

 

 

 

'Moisés rompiendo las Tablas de la Ley' (1659), óleo sobre lienzo obra de Rembrandt, maestro neerlandés del barroco (Gemäldegalerie, Berlín)

 

12. ¿Pero quién mató a Goliat?

 

       En 1 Sam 17 se nos dice que Goliat de Gat (ciudad filistea) fue muerto por David, esta es la versión tradicional y 'oficial':

 

 

“Mientras hablaba con ellos el hombre de las tropas de choque, llamado Goliat, el filisteo de Gat, subía de las filas de los filisteos, diciendo las mismas palabras, y le oyó David. (…) Metió su mano David en su zurrón, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda e hirió al filisteo en la frente; la piedra se clavó en su frente y cayó de bruces en tierra. Y venció David al filisteo con la honda y la piedra; hirió al filisteo y le mató sin tener espada en su mano. Corrió David, se detuvo sobre el filisteos y tomando la espada de éste de sacó de su vaina, le mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos que había muerto su campeón, huyeron.”  (1 Sam 17,23…49-51)

 

Lucha de David y Goliat y otras escenas de Santa Maria de Taüll (Iglésia románica de la vall de Boí, Catalunya, s.XII), obra de un artista probablemente anónimo.

 

       Sin embargo, en el segundo libro de Samuel encontramos una versión distinta:

 

 “Hubo otra guerra en Gob contra los filisteos, y Eljanán, hijo de Yaír de Belén, mató a Goliat de Gat; el asta de su lanza era como un enjullo de tejedor.” (2 Sam 21,19)

 

       Aquí es Eljanán, uno de los guerreros de David (uno de los llamados 'valientes de David') quien venció a Goliat. Que un guerrero experimentado venciera a otro con el uso de una honda, parece más creíble. Los honderos eran luchadores notables y podían llegar a ser bastante precisos incluso a distancias considerables. Un buen golpe podía matar a más de cien metros. ¿Cómo resuelve esta incongruencia la Biblia? Siglos después, el llamado Cronista (el autor/es del libro de Crónicas), que escribió siglos después, adaptó ambas versiones. Para ello añadió el nombre de otro individuo en el texto anterior:

 

“Hubo otra guerra contra los filisteos, y Eljanán, hijo de Yaír, mató a Lajmí, hermano de Goliat el de Gat, el asta de su lanza era como un enjullo de tejedor.”  (1 Cro 20,5)

 

Sin embargo, es razonable pensar –como señalan algunos historiadores–, que fuera Eljanán quien mató a Goliat y luego esa victoria se retroproyectara al rey David. Sabemos que es frecuente que se atribuyan hechos legendarios a personajes históricos relevantes, especialmente en su niñez o juventud. Recuérdese como Jesús –que Mateo, Lucas y Pablo (Rom 1,3) hacen descendiente de David, aunque Jesús parece negarlo (Mc 12,35-37 y par.)– protagoniza también un hecho deslumbrante a los 12 años, cuando visita el templo de Jerusalén (Lc 2,41-52).

 

Sin descartar que esta historia pueda preservar antiguos recuerdos, para el arqueólogo israelí I. Finkelstein[1], los autores de la época de Josías de Judá (s.VII a.e.c.) retroproyectaron su situación de enfrentamiento con Egipto (los faraones de la XXVI dinastía: Psamético I y su hijo Nekao II), a la del rey David contra el filisteo Goliat (s.X a.e.c.). El rey Josías era visto así como el nuevo rey David que iba recuperar ese imperio desde las ciudades de Dan (norte) a Beer-sheba (sur), pero que tenía enfrente a un Egipto que pretendía aprovechar el vacío dejado en la zona del Levante (Canaan) por el Imperio Asirio (en decadencia por las presiones escitas y los conflictos con sus vasallos de Babilonia y Elam). Goliat simbolizaría así la presencia extranjera en Canaan. Josías, como David en su día contra Goliat, iba a enfrentarse contra un guerrero mucho más poderoso, el faraón. Y como él, vencería; apoyado por Yahvé. Sin embargo, la realidad fue otra y Josías murió derrotado.



[1] Conversations in the Archaeology and History of Ancient Israel with Israel Finkelstein. Episode 8. The Philistines in the Bible (Jerusalem, 10-2-2021). Aprox. minutos 20-26’. También el erudito bíblico suizo Thomas Römer así lo considera, en FINKELSTEIN, Israel y RÖMER, Thomas. Bible and Archaeology Discussions. Episode 1. Khirbet Qeiyafa.

 

       Finalizamos así esta serie de dos posts dedicados a los dobletes en el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento no está exento de ellos, y contiene también duplicados, que pueden ser contradictorios como las genealogías de Mateo y Lucas, los distintos relatos de la resurrección o, posiblemente,el juicio de Pedro y Juan ante el Sanedrín de Jerusalén (Hch 4 y 5). Grandes incongruencias pueden encontrarse en la vida de Pablo entre lo que refieren sus cartas y la versión narrada en los Hechos de los Apóstoles. Todo ello es debido a que son obras de distintos autores y a que cada autor presenta el relato como él (y/o su comunidad) lo entiende.

 

Saludos,

Jon C.

 


0 comentarios

Versiones duplicadas en el Antiguo Testamento (I)

 

      El Antiguo Testamento es un compendio de libros que narran gran parte de la historia de la humanidad, desde el supuesto origen del mundo hasta la difusión del helenismo en el Próximo y Medio Oriente (s.III a.e.c.). Sin embargo, Antiguo Testamento (AT) es un término usado por los cristianos, mientras que los judíos hablan de la TANAK(*) o Miqrá, es decir, la Biblia hebrea. Para los cristianos, en cambio, la Biblia cristiana es la unión del AT y del Nuevo Testamento (NT), este último un conjunto de libros y cartas que narran la vida de Jesús, sus discípulos y seguidores. El AT de los cristianos protestantes es la misma Biblia hebrea, mientras que el AT de los cristianos católicos y ortodoxos incluye algunos libros más tardíos (llamados deuterocanónicos), escritos entre los ss.III-I a.e.c., antes de la conquista del IR de Israel/Palestina (63 a.e.c.). En cualquier caso, todos suelen considerar que la parte más importante del AT son sus primeros cinco libros, que los cristianos denominan Pentateuco y los judíos la Torá. Estos cinco libros son Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

 

(*) T(a)N(a)K: Torá ('Enseñanza')+Nebiim ('profetas')+Ketubim ('Escritos').

 

       El primero, Génesis, narra el origen del mundo y del hombre, así como la vida de los patriarcas; mientras que los cuatro restantes narran la historia de Moisés y el Éxodo. No es de extrañar que los judíos consideren que el fundamento nacional de su pueblo se encuentre en el Éxodo y no en la historia de los patriarcas. Abrahán, por ejemplo, es padre de judíos (por parte de su hijo Isaac), pero también lo sería de árabes (por parte de su hijo Ismael).

 

 

'Despedida de Agar e Ismael' (1612), óleo del pintor neerlandés del barroco Pieter Lastman (Hamburger Kunsthalle).

 

       Hecha esta introducción, veremos ahora como el AT incluye versiones distintas de algunos de sus relatos más conocidos. Es decir, que presenta duplicados de una misma historia, presentando estos no solo diferencias entre ellos sino, a menudo, contradicciones entre sí. La existencia de estos dobletes se esgrime como una muestra más de que no fueron escritos por una misma mano, sino por distintos autores, de distintas épocas, y que fueron luego ensamblados en una época posterior.

 

         Empecemos:

 

      1. Dos creaciones distintas para el hombre y la mujer

 

     El libro del Génesis contiene dos relatos distintos de la creación del ser humano. En el primero, Dios crea hombre y mujer simultáneamente. Los crea de su imagen y semejanza.

 

 

“Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.” (Gen 1,26-27)

 

 

 

'Creación de Eva' (c.1489-93), óleo del pintor español conocido como maestro Bartolomé, retablo de Ciudad Rodrigo (The University of Arizona Museum of Art).

 

 

       En el segundo relato, Dios crea primero al hombre. Lo crea del polvo insuflando su aliento divino. Luego, viéndole solo, crea los animales y, finalmente, crea a la mujer de una de las costillas de este primer hombre (Adán).

 

“Entonces Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente. Luego plantó Yahveh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. (…) Dijo luego Yahveh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.» Y Yahveh Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera. El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada. Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre”  (Gen 2,7-8…18-22)

 

       La segunda versión, que en cierta forma supedita la mujer al hombre, es la que ha prevalecido a nivel general y popular.

 

                   2. ¿Cuántos animales entraron en el arca de Noé?

 

'Entrada de los animales en el arca' (1570), óleo del pintor 'veneciano' de finales del Renacimiento Jacopo Bassano (Museo Prado)

 

 

En el primer relato del Génesis, se introduce una pareja de animales de cada especie:

 

“Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás en el arca una pareja para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra.”  (Gen 6,19)

 

 

En el segundo relato se introducen siete parejas de los animales puros y una de los impuros. Nótese como la calificación de animales puros e impuros es una distinción que no aparecerá hasta más tarde (Gen 9, alianza con Noé; Lev 11). Es muy probable que este segundo relato, pues, contenga una rectificación posterior:

 

“De todos los animales puros tomarás para ti siete parejas, el macho con su hembra, y de todos los animales que no son puros, una pareja, el macho con su hembra.” (Gen 7,2)

 

 

3.  Dos relatos de la alianza entre Dios y Abram/Abraham 

 

 

    El Génesis describe la alianza de Dios con Abram (luego Abraham), que es de hecho la segunda alianza. (La primera se estableció estrictamente entre Dios y Noé: Gen 9). Sin embargo, el Génesis lo describe de dos formas distintas en dos relatos de un supuesto mismo suceso. Veamos el primero:

 

“ Después de estos sucesos fue dirigida la palabra de Yahveh a Abram en visión, en estos términos: «No temas, Abram. Yo soy para ti un escudo. Tu premio será muy grande.» (…) Y sacándole afuera, le dijo: «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas.» Y le dijo: «Así será tu descendencia.»” (Gen 15,1…5).

 

'El sacrificio de Isaac' (1627-28), óleo del pintor italiano del barroco Domenico Zampieri, 'Domenichino', para el R. Alcázar de Madrid (antiguo palacio real, hoy en el Museo del Prado).

 

     Y ahora el segundo:

 

“Cuando Abram tenía 99 años, se le apareció Yahveh y le dijo: «Yo soy El Sadday, anda en mi presencia y sé perfecto. Yo establezco mi alianza entre nosotros dos, y te multiplicaré sobremanera.» Cayó Abram rostro en tierra, y Dios le habló así: «Por mi parte he aquí mi alianza contigo: serás padre de una muchedumbre de pueblos. No te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham, pues padre de muchedumbre de pueblos te he constituido. Te haré fecundo sobremanera, te convertiré en pueblos, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi alianza entre nosotros dos, y con tu descendencia después de ti, de generación en generación: una alianza eterna, de ser yo el Dios tuyo y el de tu posteridad.”   (Gen 17,1-7)

 

 

     4.     Abrahán e Isaac ante el rey Abimélek en Guerar

 

 

Abraham (Abrahán) y su esposa Sara protagonizan un relato en la ciudad filistea de Guerar ante el rey local Abimélek (Gen 20-21). Abraham hace una alianza con Abimélek en Beer-sheba (Gen 21,32), donde se instala también junto a su hijo Isaac durante muchos años (Gen 22,19), aunque sea este un país de filisteos (Gen 22,33-34). Como en su estancia en Egipto (Gen 12,10-20), Abraham pide nuevamente a su esposa Sara que se haga pasar por su hermana; pues considera que sino podrían matarle a él para quedarse con quien es su esposa.

 

'Abimelec rechazando a Abraham' (mediados s.XVII), obra del artista de Praga Václav (o Wenceslas) Hollar (Wenceslas Hollar Digital collection).

 

(Con esa petición a Sara, Abraham no solo muestra su poca confianza en Yahvé, que en ambos casos guía sus pasos por Canaan, sino que, al hacerlo, su esposa será tomada –entiéndase en un sentido sexual–, por el rey Abimélek; como antes lo fue por el faraón de Egipto). Que Dios castigue luego a ambos reyes con plagas o enfermedades es una nueva coletilla moral, pero de difícil encaje con la decisión de Abraham.

 

Esta misma historia es similar a la que protagonizará años después su hijo Isaac quien, ante una hambruna, marchará con su esposa Rebeca a la misma Guerar, tierra del rey filisteo Abimélek, donde vivirá como forastero (Gen 26), en un relato muy similar al que protagonizó su padre y que podría ser un doblete. Su gran prosperidad conduce a que el rey lo expulse e Isaac regresa entonces a Beer-sheba, donde se instala y construye un pozo y un altar. Pero Abimélek lo viene a buscar y pactan una alianza (Gen 26,28). Para cuadrar relatos algunos sostienen que este rey sería el hijo del anterior rey que llevaría el mismo nombre.

 

'Isaac y Abimélek' (mediados s.XVII), obra del artista de Praga Václav (o Wenceslas) Hollar (Wenceslas Hollar Digital collection).

 

 

      5.    Un monoteísmo hebreo con dos dioses

 

'El, divinidad cananea' (c. 1600 b.c.e.) encontrada en el yacimiento de Megiddo por la Universidad de Chicago (pos. años 1920').

 

 

Aunque pueda sorprender mucho al lector, Dios aparece bajo el nombre de El (pl. Elohim) (Gen 1,1), primera divinidad del panteón cananeo, en algunos relatos del Génesis, mientras que en otros aparece como Yahveh, divinidad de la región sureña de Madián, denominación esta última que será exclusiva a partir del Éxodo (Ex 3,6). No nos extenderemos aquí, porque esto nos dará pie a otro artículo del blog, pero sí añadiremos que, como señalan muchos autores, El y Yahveh son dos divinidades distintas. Un autor o redactor posterior trató de unirlas y corregir esta incongruencia, como leemos en el siguiente pasaje:

 

“Habló Dios a Moisés y le dijo: «Yo soy Yahveh. Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como El Sadday; pero mi nombre de Yahveh no se lo di a conocer.” (Ex 6,3).

 

Aparte de tal incongruencia (un Dios que se cambia él mismo el nombre), nótese como Yahvé se revela como tal por primera vez al nieto de Adán en el Génesis (Gen 4,26); pero luego en el Éxodo (Ex 3,15) dice que se revela así por primera vez cuando se encuentra con Moisés (!)

 

 

Continuaremos la semana que viene.

 

Saludos,

Jon.


0 comentarios

Errores Históricos en el Cine (II)

        Hace un par de años publiqué un post sobre errores históricos en el cine vinculados con el Nuevo Testamento.  Y hace escasamente un mes, una amable internauta argentina, Loreley, me lo recordó, pues conoció el blog a raíz de este post. Me ha parecido que podría hacer una continuación. Así pues, abordaremos hoy algunos errores históricos en el cine, pero esta vez en films sobre el Antiguo Testamento.

 

       Una consideración inicial, antes que nada, crear una película desde cero requiere un esfuerzo enorme, mucha gente y mucho tiempo. Así pues, mi mayor respeto a todas aquellas personas que consiguen finalizar un film. Este artículo no critica su trabajo, solo expone las diferencias entre lo que nos muestra una película, y lo que nos dicen los textos. Solo eso. Empecemos pues:

 

      1.     Los Diez Mandamientos (The Ten Commandments, 1956, Cecil Blount de Mille)

 

                

 

D.M: En el momento culminante de esta exitosa y celebérrima película, una especie de tornado de fuego bloquea el avance de las tropas egipcias del faraón, mientras Moisés (interpretado por Charlton Heston), con su cayado en la mano, hace una señal y el Mar Rojo se separa al momento en dos partes, permitiendo al pueblo hebreo huir de las tropas egipcias.

 

AT: El texto del Éxodo, sin embargo, nos dice: “Y tú [Moisés], alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto. Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de los guerreros de los carros. Sabrán los egipcios que yo soy Yahveh, cuando me haya cubierto de gloria a costa de Faraón, de sus carros y de sus jinetes. Se puso en marcha el Ángel de Yahveh que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran trabar contacto unos con otros en toda la noche. Moisés extendió su mano sobre el mar, y Yahveh hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del Este que secó el mar, y se dividieron las aguas.” (Ex 14,16-21)

 

 

Comentario: Según el texto, y a diferencia del film, cuando Moisés tocó el mar con la mano el mar empezó a separarse; pero fue un proceso lento, pues duró toda la noche, y merced a la fuerza del viento. Por otro lado, la “columna de nube” (¿tormenta de polvo, tornado?) que dice el texto que impidió que los soldados del faraón pudieran divisar a los hebreos, fue representada en el film como una columna o tornado de fuego. El “ángel de Yahvéh”, citado en el texto, no aparece en la película. Finalmente, nótese que es Dios quien hace endurecer el corazón del faraón, es decir, Dios provoca que el faraón persiga a los hebreos, mientras en el film era la esposa del faraón, la célebre Nefertari (interpretada por Anne Baxter), quien le provocaba. Esta parte final, en mi opinión, obliga a una reflexión sobre el comportamiento divino.

 

 

     2. Éxodo: Dioses y Reyes (Exodus: Gods and Kings, 2014, Ridley Scott)

 

 

 

E:DyR: Esta nueva versión fue más acorde al texto en este punto. Moisés (interpretado por Christian Bale) viéndose cerrado por el mar, lanza desesperado su espada, que se hunde en las profundidades marinas, clavándose en la arena. Sin embargo, a la mañana siguiente, Moisés vislumbra desde la playa la empuñadura de su espada, porque el nivel del mar ha bajado durante la noche. Ahora sí podrán cruzar.

    
 La espada hundida al atardecer, se revela por la mañana

 

D.M. o E:DyR: En ambos films sobre la vida de Moisés, el pueblo hebreo aparece esclavizado bajo el yugo del faraón.

 

             

Los Diez Mandamientos (1956)

 

AT: Esto concuerda con el texto bíblico, donde se dice que los hebreos llevaban esclavizados 430 años. (Ex 12,40 cf. 1 Re 6,1).

 

             

Éxodo: Dioses y Reyes (2014)

 

 

Comentario: La arqueología es reacia a aceptar esta visión. Los cananeos (es decir, los habitantes de Canaan, entre ellos los protohebreos) emigraban a Egipto cuando las cosechas no eran buenas u otras calamidades. Y no emigraban para ser esclavos, sino para trabajar. Algunos podían prosperar. Léase la historia de Abraham que emigra a Egipto donde se enriquece (Gen 12,10 y Gen 13,2). También los hijos de Jacob fueron a Egipto buscando alimento (Gen 42,1-3). Este proceso de ida a Egipto y a veces vuelta a Canaan fue una constante durante siglos. Porque el conocimiento del ciclo del Nilo otorgaba a los egipcios buenas cosechas de forma habitual, y ello ofrecía un lugar de refugio y oportunidad para otros pueblos.

 

Los egipcios, cuando no podían cultivar la tierra por las inundaciones periódicas del Nilo, trabajaban entonces para el faraón, construyendo obras, monumentos… Pero existía además un grupo de gente que trabajaba para él todo el año (arquitectos, picapedreros, carpinteros, artistas…), en campamentos que se han encontrado. Los hebreos asentados en Egipto podrían formar parte de este grupo. Solo los esclavos (de guerra,…) podrían estar obligados a trabajar todo el año en una condición de sumisión, pero no los demás. En este caso, pues, los films y el AT coinciden, pero la realidad arqueológica es contraria.

 

Los Diez Mandamientos (1956) y Éxodo: Dioses y Reyes (2014)

 

D.M. + E:DyR: El faraón con el que Moisés se enfrenta y que le perseguirá luego guiando su ejército en persona hasta el mar Rojo, es identificado en ambos films como el hijo de Seti I, Ramsés II (interpretado por Yul Brynner y Joel Edgerton, respectivamente).

 

   

 

                  Yul Brynner, al centro, en 'Los Diez mandamientos' (1956)               Joel Edgerton, en Éxodo (2014)

 

 

AT: estrictamente, el Éxodo en ningún momento cita el nombre del faraón.

Comentario: Sin embargo, dado que se cita que los hebreos trabajaron en las ciudades de Pitom y Ramsés (Ex 1,11), se ha supuesto que el faraón sería Ramsés II, rey de la XIX dinastía, que gobernó por un período muy largo durante el s.XIII (1279-1213 a.e.c.). Pero por lo que se conoce de Ramsés II, este fue un monarca con un enorme poder, que expandió su reino en gran medida y en distintas direcciones, y no hay ninguna inscripción que haga referencia a una crisis y/o una derrota de tal magnitud como la que narra el libro del Éxodo. Además, la zona que iba de Egipto a Canaan (y continuaba hasta Anatolia), era la llamada vía o camino de Horus, que estaba llena de fortines con sus guarniciones militares. La ciudad de Pitom, además, fue construida alrededor del año 600 a.e.c., por el faraón Nekao II, de la dinastía XXVI, muchos siglos después de muerto Ramsés.

 

 

D.M. + E:DyR: En ambas películas y tras una serie de terribles plagas, la multitud que conforma el pueblo hebreo consigue el permiso del faraón para marchar de Egipto.

 

AT: La biblia cita la marcha de unos 600.000 hombres, lo que hace pensar, en conjunto, en un grupo de quizás cerca de dos millones de personas. Más carros, rebaños de animales (Ex 12,37-38).

 

Comentario: Que un grupo tan enorme de gente hubiera partido de Egipto recorriendo un camino hacia Canaan, y que además, hubiera vivido en una zona de semidesierto durante 40 años (Núm 14,33), habría dejado huellas: en restos materiales, textos egípcios,… y entre otras cosas, porque sobretodo, ello habría trastocado la economía y la sociedad de Egipto. Estamos hablando cerca de dos millones de personas que emigran de golpe, un porcentaje significativo de cualquier población de la antigüedad. Y que habría trastocado seriamente la economía egipcia. La arqueología, sin embargo, no ha encontrado prueba alguna de todo ello. Espero, más adelante, poder dedicar un post a la visión que ofrece la arqueología sobre los relatos del Génesis, el Éxodo y la conquista de Josué. Es sorprendente.

 

 

      3.     Sodoma y Gomorra (Sodoma e Gomorra,1961, Robert Aldrich)

 

 

 

SyG: el film empieza con la división del pueblo hebreo en dos, hecho que es narrado en off: Abraham, que se adentra en Canaan, y Lot (interpretado por Stewart Granger), que se dirige al valle del Jordán. Tras una dura caminata, el grupo de Lot llega al río Jordán y allí Lot prohíbe a su pueblo cruzar el río para no entrar en las ciudades (entre estas están Sodoma y Gomorra).

 

                   

La rama del pueblo hebreo gobernada por Lot llega extenuada al río Jordán 

 

 

AT: La división del pueblo hebreo entre Lot y Abrahán es cierta según Gen 13. Pero allí, la Biblia describe que una parte del pueblo de Lot se instala en el este del valle del Jordán, pero también en la misma Sodoma y no solo en las afueras.

 

Comentario: No se conoce la ubicación de ninguna de las dos ciudades; se piensa que estarían en la cercanía del Mar Muerto, probablemente en su orilla oriental, en lo que hoy se correspondería con Jordania, a tenor de que el grupo de Lot venía del oeste (Egipto). Al efecto, algunos estudiosos han relacionado la ciudad de Sodoma con los restos de una población mediana de la edad del bronce llamada Bab edh-Dhra; así como el pequeño yacimiento de Numeira, no muy distante al anterior, con Gomorra. Sin embargo no ha habido un reconocimiento de la comunidad científica al respecto. En la Biblia, Sodoma y Gomorra forman parte de las llamadas ciudades de la llanura (Gen 13,12) – a veces, pentápolis bíblica –, junto a Zeboim, Adma y la pequeña Sergor (llamada ‘Zoar’ en hebreo), donde Lot se refugiaría de la destrucción. En la Biblia, Abraham y Lot venían de Egipto, marcharon en dirección norte por el desierto del Negueb, al sur de las montañas de Judá, y llegaron hasta Bethel (Samaria), donde se dividieron. Y Lot cogió el camino del este, hacia el valle del Jordán, donde también estaban Sodoma y Gomorra.

 

 

 

SyG: Sodoma está gobernada por una reina pecadora y su hermano traicionero. La reina permite que los hebreos de Lot se instalen al otro lado del río Jordán, en la orilla este, a cambio de que le proporcionen una parte del grano que cultiven, así como que luchen contra los elamitas, sus enemigos. Para sellar este pacto la reina entrega su esclava (sexual) preferida a Lot, la cual, con el tiempo, se enamorara de este y viceversa. Los hebreos de Lot vencerán a los elamitas y, para celebrarlo, serán invitados a Sodoma. Pero allí parte del pueblo hebreo se corrompe y las dos hijas de Lot serán seducidas por el hermano traicionero de la reina. Al final, dos ángeles comunican a Lot que Dios castigará la ciudad pero acepta la petición de Lot de que si hay diez hombres buenos entre los sodomitas, Dios perdonará la ciudad. Sin embargo, esto no es posible y Lot marcha con el pueblo hebreo que le sigue, mientras la terrible destrucción se va ciñendo terriblemente sobre Sodoma.

 

                              

Lot intercede por Sodoma ante los dos ángeles

 

 

AT: Sodoma está gobernada por un rey llamado Bara, pero no una reina; y otro rey, Bersá, lo es de Gomorra (Gen 14,2 y 14,7). Tampoco se dice que la esposa de Lot fuera una antigua esclava ni que estos hebreos lucharan contra los elamitas y les vencieran. De hecho, la Biblia explica que Lot fue hecho cautivo en la batalla de Sidim donde Sodoma y Gomorra luchaban contra 4 reyes, y que fue Abrahán y su gente los que le liberaron después y hasta recuperaron el botín (Gen 14,8-16). El rey elamita (de Elam, un pueblo más lejano y ubicado en el golfo Pérsico), es citado como uno de estos cuatro reyes (Gen 14,1). Ninguna de las hijas de Lot es seducida en ningún momento. Además, es Abrahán – y no Lot como en el film – quien intercede por los sodomitas ante los dos ángeles (Gen 18,22-33). Finalmente, de Sodoma se dice que escapan solo Lot, sus dos hijas y su mujer – aunque esta convertida en estatua de sal al volverse hacia la ciudad (Gen 19,26) –, pero no el pueblo hebreo, que parece perecer allí por haber sido corrompido.

 

Comentario: En la película, Sodoma, ciudad ejemplificadora del pecado, tiene una reina como líder. Al parecer, para los guionistas una figura femenina debía ser todavía más pecaminosa, porque el rey de Sodoma era un hombre según la Biblia (Gen 14,2). En la batalla contra los elamitas, Lot y su gente usan hondas y rompen un embalse dejando que el agua ahogue la caballería enemiga; lo que parece reflejar que los guionistas se inspiraran para ello en la lucha de David contra Goliat o en Moisés abriendo las aguas y ahogando la caballería egipcia. Por otra parte, el reino de Elam queda bastante lejos de donde se ubicarían estas ciudades bíblicas, pero alguna de ellas podría serle tributaria. La corrupción de las dos hijas de Lot en Sodoma no está en la Biblia. De hecho, la llegada de los dos ángeles a Sodoma provocó que los habitantes de allí – a los que Lot llama hermanos míos, quizás porque eran hebreos corrompidos y no sodomitas –, los reclaman para su satisfacción (sexual?!); a lo que Lot se negó, ofreciendo en su lugar a sus dos propias hijas vírgenes(!!). Esto, obviamente, no aparece en un film hecho en 1961. Las dos hijas de Lot, tiempo después a la destrucción de Sodoma, y según el relato bíblico, emborracharon a su padre y yacieron con él, engendrando cada una a un hijo. Estos hijos nacidos del incesto fueron respectivamente, los padres de los pueblos moabita y amonita (Gen 19,30-38); es decir, dos de los enemigos tradicionales de Israel, ambos ubicados en ese lado del Jordán (lado oriental). Aunque el incesto se haya producido en una familia hebrea. Esto tampoco aparece en el film. La censura de la época seguramente tampoco lo habría permitido. Por otro lado, que Lot se casara con una esclava sexual y pagana, como relata el film – y no la Biblia –, es difícil de creer en un líder hebreo de la época. Su pueblo no lo aceptaría. La ciudad de Gomorra solo es citada en el film en alguna ocasión, pero no aparece.

 

 

 

4. La historia de Ruth  (The story of Ruth, 1956, Henry Koster)

 

HdeR: Una Ruth niña aparece en el templo del dios Kemós/Quemos siendo instruida, para más tarde poder ser ofrecida en sacrificio al dios. Sin embargo, cuando es escogida para el sacrificio aparece una mancha morada en su brazo que la vuelve impura a los ojos del sacerdote, salvándose de ese fin. De mayor, Ruth (interpretada por la actriz Elana Eden) seguirá en el templo, ahora como sacerdotisa del mismo dios Kemós.

 

                 

Ruth, de niña, saludando al dios Kemós

 

 

AT: En el libro de Rut, esta aparece ya casada con uno de los hijos de Elimélek llamado Kilýon. No sabemos nada de su pasado, pero nunca se dice que hubiera o fuera un miembro de las sacerdotisas de tal dios. Solo sabemos que ella vivía en Moab, pues fue allí donde fue a vivir el hebreo Elimélek al pasar hambre en su Belén natal. En el inicio del libro de Rut (Rut 1,1-4) puede leerse:

 

En los días en que juzgaban los Jueces hubo hambre en el país, y un hombre de Belén de Judá se fue a residir, con su mujer y sus dos hijos, a los campos de Moab. Este hombre se llamaba Elimélek, su mujer Noemí y sus dos hijos Majlón y Kilyón; eran efrateos de Belén de Judá. Llegados a los campos de Moab, se establecieron allí. Murió Elimélek, el marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos. Estos se casaron con mujeres moabitas, una de las cuales se llamaba Orpá y la otra Rut. Y habitaron allí unos diez años.

 

Comentario: El hecho de que en el país de Moab (al este de Judá, al otro lado del mar Muerto) existiera el culto al dios Kemós, daría pie a que se desarrollara toda esta trama, que es totalmente imaginada. La relación entre Moab y su dios Kemós puede leerse en Números: “¡Ay de ti, Moab!, perdido estás, pueblo de Kemós. Entrega sus hijos a la fuga y sus hijas al cautiverio, en manos de Sijón, el rey amorreo.” (Números 21,29 cf. Jeremías 48,46). Pero Israel también glorificó a otros dioses, entre ellos al mismo Kémos, al célebre Baal (recordemos el relato de la adoración del becerro de oro en el Sinaí - Ex 32 -, o el hecho de que hasta un hijo de Saúl se llamara Isbaal), y también al dios fenicio Milkom (a veces llamado Moloch o Molech) sobre el cual la arqueología ha confirmado que se le rendían sacrificios infantiles. Leemos así: “Entonces edificó Salomón un altar a Kemós, monstruo abominable de Moab, sobre el monte que está frente a Jerusalén, y a Milkom, monstruo abominable de los ammonitas.” (1 Re 11,7). Los templos a Kemos y Milkom fueron cerrados por el rey Josías, más de tres siglos después, a finales del s.VII a.e.c.: “El rey profanó los altos que estaban frente a Jerusalén, al sur del Monte de los Olivos, que Salomón, rey de Israel, había construido a Astarté, monstruo abominable de los sidonios, a Kemós, monstruo abominable de Moab, y a Milkom, abominación de los amonitas. Rompió las estelas, cortó los cipos y llenó sus emplazamientos de los huesos humanos.” (2 Reyes 23,13-14). Sin embargo, tiempo después, el pueblo hebreo siguió adorando otras divinidades.

 

 

5. Noé  (Noah, 2014, Darren Aronofsky)

 

N: En el film aparecen unos seres gigantes hechos de luz pero recubiertos externamente de piedras, estos explican como fueron atacados por los hombres y solo sobrevivieron unos pocos merced a la intercesión de Matusalén. Estos pocos son los que verdaderamente ayudan a Noé (interpretado por Russell Crowe) a construir el arca.

 

                  

Los gigantes luchando contra los hombres

 

 

AT: Justo antes de la historia de Noé la Biblia menciona unos seres, los nephilim/nefilim, cuya traducción ha sido a veces la de ‘gigantes’. (Otra acepción de estos nephilim, quizá más acorde con su etimología, ha sido la de identificarlos como los caídos: ángeles caídos.) Al parecer estos nephilim convivían tanto con dioses (los hijos de Dios) como con el ser humano (las hijas de los hombres). Así, el Génesis dice: “Los nefilim existían en la tierra por aquel entonces (y también después), cuando los hijos de Dios se unían a las hijas de los hombres y ellas les daban hijos: estos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos”. (Génesis 6,4)

 

                                                                           Los gigantes construyendo el arca

 

 

Comentario: Sin embargo, la Biblia no relaciona a estos gigantes con Noé ni con la construcción del arca. Además, la Biblia sí cita a gigantes en otros contextos, por ejemplo en el libro de los Números: “Hemos visto también gigantes, hijos de Anaq, de la raza de los gigantes. Nosotros nos teníamos ante ellos como saltamontes, y eso mismo les parecíamos a ellos.» (Números 13,33) o el libro de Baruc: “Allí [en Israel] nacieron los famosos gigantes antiguos, de alta estatura y expertos en la guerra. Pero no fue a éstos a quienes eligió Dios ni les enseñó el camino de la ciencia; y perecieron por no tener prudencia, por su locura perecieron.” (Baruch 3,26-28). Estos gigantes al parecer son seres belicosos que perecieron, sin especificar más. Su uso en este relato es una licencia que se permite el guion.

 

 

Un saludo,

Jon C.


0 comentarios